Uncategorized

Vida saludable: Un enfoque a nivel de los telómeros.

UNIMAAT A LA VANGUARDIA CIENTÍFICA 

Por Bryan García Yam. 11 de diciembre de 2024

Todos hemos oído hablar de las campañas de promoción a la salud sobre la recomendación de realizar actividad física, llevar una alimentación saludable y evitar el consumo de alcohol y tabaco. Sin embargo, ¿Realmente estas conductas impactan sobre nuestra salud?

Todos los procesos que ocurren en nuestro cuerpo son gracias a las diversas reacciones químicas y físicas realizadas en los componentes celulares, sin excepción lo es el desarrollo de enfermedades no transmisibles (ENT) y la vejez. El envejecimiento biológico es mediado gracias a diversos factores, uno de ellos es la pérdida de capacidad de nuestro genoma para poder replicarse produciendo una degeneración progresiva de la integridad fisiológica, deterioro molecular, celular y orgánico, lo que conduce a una mayor vulnerabilidad a desarrollar ENT y muerte.

El genoma humano es el conjunto de instrucciones genéticas que podemos encontrar contenidas en el Ácido desoxirribonucleico (ADN) para la síntesis de las proteínas que darán estructura y función al organismo. El ADN se encuentra conformado por una doble cadena en disposición helicoidal (Figura 1), cada cadena está formada por fosfato, desoxirribosa y la unión de cuatro bases nitrogenadas, Adenina (A), Guanina (G), Timina (T) y Citosina (C). Dichas bases realizan su unión de la siguiente forma: Adenina con Timina y Guanina con Citosina en disposición 5´(un extremo unido con un grupo fosfato unido al quinto carbono de la molécula) – 3´ (Un extremo unido con un grupo hidroxilo al tercer carbono de la molécula).

El ADN se conjuga dentro del núcleo celular gracias a proteínas llamadas histonas, formando nucleosomas qué a su vez se volverán a conjugar para formar cromátidas y finalmente, en su forma condensada las cromátidas darán origen a los cromosomas.

Los cromosomas en su estructura compleja están también divididos en centrómeros (ayudan a mantener a los cromosomas correctamente alineados durante la división celular) y en telómeros (La última porción de los brazos de los cromosomas) estos últimos se encuentran conformados por secuencias repetitivas de nucleótidos (TTAGGG). Estas en conjunto con las proteínas shelterinas (conjunto de las proteínas: TRF1, TRF2, POT1, RAP1, TIN2, TPP1) protegen de acortamiento del genoma humano provocado por el proceso de división celular.

5´- 3´ (Figura 1) y aunque existen diferentes mecanismos de amortiguación al acortamiento de los telómeros gracias al paso del tiempo o diversos factores estos sistemas amortiguadores se pierden ocasionando un acortamiento crítico, lo que induce a una incapacidad de poder replicar el ADN celular conduciendo a un estado de senescencia.

Las últimas investigaciones sobre los telómeros relacionan su medida, ya sea más cortos o largos con mutaciones en el genoma, provocando el desarrollo de una vejez temprana, así como el desarrollo de ENT. La relación más destacable que se observa es en la carcinogénesis (proceso por el cual las células normales se convierten en células cancerosas). Anteriormente hablamos de los procesos de amortiguación al acortamiento de los telómeros, uno de estos sistemas se encuentra mediado por la transcriptasa inversa de la telomerasa (TERT) la cual agregara cadenas GGTTAG al final del cromosoma para impedir su acortamiento. Para que las células no se repliquen indefinidamente, TERT se inactiva y las células continúan con el ciclo de senescencia celular. Sin embargo, las células cancerosas logran superar la detención del ciclo celular y activan la telomerasa, lo que da como resultado que las células adquieran capacidad proliferativa y desarrollen mutaciones.

Los factores que se pueden destacar para la alteración en la longitud de los telómeros son: antecedentes genéticos (debido a que la longitud de los telómeros es un rasgo hereditario) sexo, (las mujeres cuentan con telómeros más largos en comparación a los hombres), actividad física nula, índice de masa corporal mayor a 25.0, el tabaquismo, la inflamación crónica, el estrés oxidativo, los antioxidantes dietéticos y la ingesta de vitaminas, todos estos últimos gracias a la producción de radicales libres, ya que los grupos en repetición G de los telómeros son altamente susceptibles al daño oxidativo.

La longitud de los telómeros es solo uno de los múltiples factores que contribuyen al desarrollo de ENT, sin embargo, la mayoría de los factores relacionados pueden reducirse gracias a seguir las recomendaciones de las campañas de promoción a la salud que enfatizan en seguir estilos de vida saludables. Solamente en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía indicó que durante el periodo enero-junio de 2023, las defunciones por ENT fueron la principal causa de muerte a nivel nacional. Comprendiendo esto, los estilos de vida saludables sí tienen un impacto positivo significativo en la salud poblacional.

× ¿Cómo podemos ayudarte?